Cierra los ojos, me dijo.....
Cierra los ojos, repitió una vez más.....
Aguarda un segundo y respira hondo....

El viento estaba entrando cada vez mas por mis oídos y su voz se empequeñecía, como se empequeñece el mundo cada que salgo de él, cada que me alejo solo para recordar su grandeza, o mi inmaculada pequeñez.

Ya casi no escucho nada, solo el viento que entra por mis oídos y acaricia mi cerebro, que se entumece de frío, se entumece tanto que las aves entran a hacer su nido, sus pláticas retumban en mi cerebro, que no recuerda.

Cierra la boca, podría entrar en ella y no saldría jamás;
me dijo, esta vez lo escuché, ya estaba dentro de mí.
La luna se vende;
tarareó sin siquiera abrir la boca,
vende su cuerpo a todo aquel que tenga con que pagar.

Cierra los ojos , no los abras aún, la luna se vende, no pide mucho;
susurró de nuevo el ciego,
Unos ojos, la vista de un hombre, solo eso pide, imagínate tener la luna por solo unos ojos;
rió en forma alegre sosteniendo entre sus brazos un amor inerte.

Era una gran noche, la Luna, llena, iluminaba el horizonte.